El mundo en que nos movemos, controlado por la Mecánica clásica (Newton), no nos muestra a todos la misma Realidad.Cada uno de nosotros ve la Realidad que le rodea filtrada por su propio cerebro, son nuestras neuronas las que una vez reciben, a través de los sentidos, todos los datos, unos 400.000 millones de bits por segundo, aunque apenas somos conscientes de unos 2000 bits, los que nos muestran una determinada Realidad.
El cerebro asocia las imagenes, olores, sensaciones, etc, con recuerdos y experiencias de todo tipo, ocultando y obviando determinadas cosas, para construir finalmente su propia interpretación de la Realidad, la cual posteriormente, sera de nuevo filtrada por emociones como el amor, el temor, la ira, etc, las cuales decidirán a que prestamos atención, para finalmente ver lo que queremos creer y rechazando lo que nos resulta desagradable o desconocido.
Por tanto, el mundo que vemos no es exactamente la Realidad, sino tan solo una parte de esa Realidad que es la que mis sentidos y mis emociones me permiten ver.
Asimismo, la percepción que tenemos, esta también limitada por la información que nos llega al cerebro procedente de los sentidos y que podría ser mas amplia y diferente, pensemos si, como les ocurre a algunos animales, vieramos la luz infrarroja o sintiéramos los campos magnéticos como los pajaros.Quizás sea en este momento cuando, después de pensar en lo dicho anteriormente, no tengamos demasiado claro que es Realidad y cuanto de Ficción tienen todas las cosas que vemos y sentimos en este maravilloso mundo macroscópico en el cual vivimos.
Sin embargo no creáis que esto queda definitivamente así, porque estamos construidos de unos ladrillos denominados átomos en donde la Realidad es completamente diferente, a la vez maravillosa y desconcertante, pero de esa Realidad ya hablaremos en otro momento...
